La trompeta con sordina
llora entre tanquetas
de policía,
papeleras en llamas,
piedras, pintura,
cargas de antidisturbios.
Corro delante de un tío
con chaleco antibalas,
a él le pagan,
a mí también
pero mi salario es cicatriz,
solo quiero un mundo mejor.
Una mujer me pregunta
por una tienda de Vodafone,
¿y yo qué sé?
empezamos a correr otra vez.
Antisistema profesionales,
prosistema alimentados con vísceras,
baile de revueltas inútiles:
teatro de cadáveres,
sarpullidos de comatoso,
la trompeta acabó el réquiem.
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