mi bolsillo se ha deshilachado
y se caen mis pocas monedas al suelo
y pregunto, amigo,
¿me darás algo cuando pase hambre?
te ayudé a hacer tu mundo
y ahora los reveses me han llevado al paro
mi sombrero se ve cansado
en el reflejo de los charcos que dejo atrás
me robaron las botas y el frío duele
en la punta de los dedos amoratados
la luna aflige con su silencio
y el vino barato solo calienta ayeres
cuando no son los recuerdos
los que necesitan arder
mi estómago ruge, siempre ruge,
la nieve, el barro, el vaho no alimentan
pero seguiré mi camino,
quiero pensar que al final saldré
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