No sé susurrar:
aúllo bajito, bajito. Sin aliento.
Sin aire.
Me duele al intentar gritar,
me aturrulla el dolor
que se produce
al vaciar mi cuaderno.
Mi voz se la lleva
la marea de ruidos,
las corrientes
(de mierda, joder, todo
es mierda. Todo. ¡Todo!
¿Es que no lo ves? ¿No
te das cuenta?)
convergentes.
Que me escuche quien quiera,
porque no todo lo que digo
está hecho con tinta de
frustración.
Y mientras otros,
para exorcizarse,
buscan putas
(o le meten sesenta hachazos
a su muñeca de porcelana. Es
lo mismo, simple cuestión de
perspectiva)
yo me dedico a hacer
lo que peor sé hacer:
eyacular bobadas
como quien se masturba
con una peli de amor
entre pornstars
jugando a lesbianas.
Que me lea quien quiera,
es fácil.
3 comentarios:
Es fácil leerte, sí. Hasta pudiéramos decir que grato :)
Gracias. Al final voy a tener que creerme eso de que escribo... bien.
Yo te leo y me agrada.
Besos...
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