He vuelto.

sábado, agosto 16, 2008

Dos días sin dormir


Horas de sueño reducidas

a café y dolor de ojos rojos.

Horas que no son de sueño

vestidas de hojas amarillentas

que flotan y arrasan con todo.

Políticas de besos consumados

a las seis de la mañana

que no pasan del papel.

Cuando me di cuenta ya

no estabas.

(yo tampoco estuve nunca ahí.

Si no habría sido diferente)

No recuerdo tu cara,

solo tus tetas y tu muñeca.

Dijiste: -¿Me atas la pulsera?

Y yo, idiota de mí, lo hice.

Vaya vistas tienes, cariño.

Ahora si te veo no te reconozco,

necesito el encaje de tu sostén como

punto de referencia.

Espero volverte a ver esta noche. Quizá

pueda atarte la pulsera

una vez más,

y

de paso

decirte que eres de lo más bonito

que he visto por aquí.

No hay comentarios: