He vuelto.

jueves, julio 17, 2008

Margot



La vieja Margot, fumando en un portal
aun recuerda sus años de Carnaval,
ser el centro de miradas y pasiones
en un tiempo de encorsetadas emociones

Pensaba en la copa de vino vacía
esperando el saludo de un nuevo día
entre hoteles y camas de matrimonio,
secretos de hombres de gran patrimonio.

Innumerables besos generosamente
desperdiciados desesperadamente
buscaba hallar en el amor de entrepierna
algo que hiciera hervir su alma eterna.

Se recuerda bailando sola en la pista,
acto único y central de la revista,
seduciendo con sus ojos de hielo
desde la nube gris de terciopelo.

Rememora, sentada,
la belleza destronada,
su época dorada
de amantes sin amor.
Con los dedos abrasados
por cigarros olvidados,
es la princesa sin soldados
y la marchitada flor.

Los años fueron pasando, y los sueños
mudaron en pesadillas de mil dueños.
Vive alquilada en la pensión Indigencia,
cerca del río, calle indiferencia.

Pasó de acariciar torsos a pedir
clemencia entre gentes de mal vivir,
Con suerte alguien logra reconocerla
pero, ¡ay! que a veces es mejor no verla.

Los que antes eran caldos de Borgoña
hoy son de Don Simón, y es la ponzoña
de las noches sin luna la que envenena
su corazón consumido por la pena.

Y hoy la vieja Margot, sombra de ella misma,
reina exiliada en una marisma,
viviendo de cabeza cuentos sin fin
y agitando la quijada de Caín.

Rememora, sentada,
la belleza destronada,
su época dorada
de amantes sin amor.
Con los dedos abrasados
por cigarros olvidados,
es la princesa sin soldados
y la marchitada flor.


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(Imagen extraída de: ELPAÍS.com)

2 comentarios:

Isa dijo...

Que pena que cada vez tengamos menos tiempo de dejar a los demas contar sus historias eh?

Seguro que nos hemos cruzado con alguna Margot, pero no se nos ocurre sentarnos a escucharla, si acaso, una mirada de condescendencia mientras le damos una moneda, cuando no de asco...

Muy buen estilo para empezar a componer, Vico. Esperaré a la musica, antes de volver a decir que no esta nada mal...

;)

vicente dijo...

Gracias gracias, pero para la música... hasta que no esté en un local insonorizado no lo intento, paso que la madera acabe llamando a mi puerta, acompañada por unos simpáticos chicos de blanco cargados con camisas de fuerza y sedante para elefantes.