He vuelto.

miércoles, octubre 03, 2007

El elegido

Él que era el más alto, el más fuerte, el más listo. Aquél a quien los demás miraban con una mezcla de admiración y envidia. Todos se giraban a su paso, brillando sus ojos de emoción. Su prestigio crecía exponencialmente, a ritmo inversamente proporcional que su dinero, pero mantenía el espejismo de que era el elegido para estar en el puesto más alto de la pirámide social.

Hasta él mismo se lo creyó.

Durante mucho tiempo estuvo rumiando una idea: Destronar a Dios para ocupar su sitio. Se prometió ser aún más fuerte, áun más listo, aún más alto, y avasallar a tantos imbéciles que medraban bajo la sombra de sus pies. Para ello no dudó en vender su alma al diablo.

Las flores empezaron a llegar a su puerta. Todos los días había mil acólitos esperando oír sus proverbios y pensamientos hedonistas, las viejas habían cambiado el destinatario de sus rezos. Cambió su acento y se inventó una liturgia absurda, apoyada en textos surrealistas, que vendía a precios absurdos.

Un día, antes de lo esperado, llegaron unos nuevos adoradores a su puerta. Estos eran diferentes. Sus uniformes, placas y pistolas le recordaron que era hora de pagar. Cayó entre convulsiones a tierra, víctima de un táser.

Ahora las únicas flores son las pintadas en las paredes del psiquiátrico.

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