¡Tanto trabajo honrao pa ná!" Es lo que estarán pensando los hijos de Calderón que, después de haber pasado una parte importante de su juventud alicatando, poniendo ladrillos, nivelando y haciendo todo eso que se hace en una obra un malvado juez les va a quitar el fruto del sudor de su frente. Si es que no puede ser, ¡ya no se respeta nada en este mundo de comunistas, donde la gente se queja si no reciben unos pisos que ni siquiera han construido! Esperemos que la ¿justicia? no actúe y no obligue a estos personajes a quedarse en su chabola de la Moraleja viviendo todos juntos en condiciones infrahumanas, sin intimidad y teniendo que compartir alguna que otra baldosa para no tener que dárselos a unos guarros jipis comunistas que se hincharán a fumar porros en los áticos que les corresponden a los vástagos del legítimo presidente del Real Madrid.
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