He vuelto.

martes, mayo 24, 2011

El sueño del mal

Es mentira: el mar no tiene nada de romántico,
nada de sabio,
nada de misterioso y profundo.

Es solo agua, más agua, más agua,
y de ella puedes sacar todo lo que te dé la gana.

Como si quieres encontrar en él a tu padre muerto.

No es en esa gran masa de agua donde se encuentra
lo que necesitas.

Es mentira.
Eso ya lo tienes.

Pero que seas un cobarde incapaz de enfrentarte a ti mismo
no hace que el mar sea algo más,
algo que te diga a lo que tienes que enfrentarte.

Eres gilipollas si piensas lo contrario.

Al igual que el fuego purificador.
¿Purificador de qué?
No quiero más símbolos,
lo que necesito es que salgas de tu retiro,
de tu cascarón de miedo y tomes tu puñal
y te rajes tu estómago y veas que tus entrañas
no son más que tripas sanguinolentas.
¿Acaso eres diferente de la vaca que se pudre,
descuartizada,
en el mostrador del supermercado?

Date un chapuzón de realidad,
rómpete la crisma contra el fondo pedregoso
y vive atado a una silla de ruedas.

Ahógate en tu místico océano
y líbranos de otro que decidió soñar en vez de luchar.

Me da igual,
sin embargo solo no puedo devolver a la realidad
lo que ahora es el sueño del mal.

Despierta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm me pone, volveré por aquí.

vicente dijo...

Bienvenido seas, eso sí, no me violes los versos, por favor.

Maat dijo...

El mar es lo que tiene... da lugar a muchos simbolismos y a mucha poesía. A mí, personalmente, me gustan ese tipo de poemas. No en vano, me gusta José Hierro :)

Un abrazo