He vuelto.

viernes, enero 18, 2008

Infantidultos

Vaya palabro me acabo de inventar, seguro que existe un término mejor para definir a tantas y tantas personas de esta nuestra sociedad del bienestar que cumplen con la siguiente característica: se creen que todo es un juego y que sus actos no van a tener ningún tipo de consecuencia.

El atentado verbal que me he sacado de la chistera es la unión de dos palabras: infantil y adulto. Y es lo que está pasando ahora, es imposible distinguir estos dos períodos. Cualquier crío de ahora es capaz de soltar más mierda por la boca, haber probado más drogas y vestir como payasos horteras (si son niñas como putas) que hace unas pocas generaciones. La gran mayoría de adultos actúa sin ningún tipo de responsabilidad, dejándose llevar por sus caprichos y pensando que los problemas se acaban solucionando solos.

Sobre la muchachada: Hoy me han contado el caso de un chaval de 18 años (no tan chaval) que en una ocasión tiró una bolsa llena de agua desde un séptimo piso a la calle, y en otra vació un blíster de huevos desde la ventana, con destino al suelo. Era un niño de papá, pijo y que se pasa media vida con el secador de pelo en la mano. Me recordó a los chavales que quemaron a aquella indigente, o a todos esos que graban en vídeo sus gamberradas (aka: agresiones, vejaciones y humillaciones). Son gente sin más objetivo que pasarlo bien, sin autolimitaciones, educación o control; que hacen cada vez cosas más extremas tan sólo para "pasarlo bien". Lo quieren todo, lo quieren ya y cambiar cada poco, para probar cosas nuevas lo antes posible. Se comportan como adultos con mentalidad de niños.

Sobre los viejunos: No hay más que mirar por la ventana. La gente endeudada hasta el último pelo de la cabeza pero con más audis, mercedes y bmw en la calle que nunca. La cantidad de turistas se incrementó brutalmente a base de préstamos hipotecarios, rápidos de esos que te cobran una barbaridad, y lo que es más divertido de todo: hinchando la burbuja inmobiliaria como si fuera un globo infinito. Se comportan como adultos con mentalidad de niños.

Ahora que se desmoronan las cosas veremos las consecuencias de todo este desastre social, es decir, el país se va a la mierda. Muchísima gente se va a quedar sin casa, pagando al banco cosas al tripe de su valor (como dirían los de mediamarkt: "yo no soy tonto") y llorando porque sus churumbeles no tienen nada que llevarse a la boca. Como primera consecuencia toda la panda de salvajes menores de edad que habitan nuestros pueblos dejarán de tener dinero (de papá) para pagar sus caprichitos estúpidos, descontrolándose y entrando en las oscuras aguas del salvajismo estilo mad max. Como segunda consecuencia se hundirá lo que quede de la economía con estas familias, incapaces de obtener beneficios, ya se sabe, sin clientes no hay ventas. Y todos contentos.

Qué interesante está todo.

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