Ya volví de Italia

Bua... creo que tendría que pasarme toda la noche escribiendo para contar todo lo que he visto, todo lo que me ha pasado por la cabeza y todo lo que he disfrutado en el país de la pasta. Cosa que, obviamente, no voy a hacer a estas horas de la noche, ¡que se me ha pegado el horario guiri!

Ese país es algo tan grande, tiene tantas joyas que allá donde mires sólo hay monumentos. Como pesan los años de la historia, como marcan las huellas de la ostentación. ¿Para cuando algo así en Burriana? Cuando ves que, al girar una esquina te encuentras un parque lleno de estatuas, avanzas y llegas a una plaza diseñada por Miguel Ángel Buonarotti mientras de fondo destaca la columna de Trajano, o cuando caminas por las calles de una ciudad que parece que nazca del mar, sinceramente, te sientes especial, muy especial. ¡Si hasta me han entrado ganas de jugar al Europa Universalis 2 con Venecia, Milán o Florencia!

No quiero olvidar una breve reseña a la gente de allá. Las mujeres en un 90% hermosas, guapas (y lo saben), con clase. No son las clásicas pijas españolas, que van de mierda y no llegan a pedo. Estas tienen nivel y se nota cuando las ves pasar por la calle. Tienen buen gusto, que es importante, y unos rostros de líneas muy, a mi gusto, "interesantes". Luego están los varones. Los conductores son kamikazes tomboleros, que se han llevado el carnet como premio. DIOS!, subí un día a un taxi y acabé blanco. Perdió el carnet (si fuera en España) en 30 segundos (stops, semáforos, cambios de sentido, adelantar en curva cerrada con línea continua, velocidad, hablar con el móvil... )

Por cierto, man robao el móvil en el Aeropuerto de Malpensa (no confundir con el de Faemino, que es el de Roma, también conocido como Fiumicino), o eso creo, porque entré con él y salí sin él. A ver qué pasa... aventura aventura.

Bueno, ya iré comentando cosas del viaje, que se merece muuuuchos apartados.

Arrivederci!!