He vuelto.

sábado, febrero 05, 2011

Martillazos

Lanza un martillo a mi cráneo,
golpea fuerte hasta que sangre
y la masa encefálica
cubra tu ropa
con salpicones grises
y te des cuenta que dentro
no había más que una sustancia
de tacto desagradable.

Descubre que la única diferencia
entre tú y yo
es que yo quise hacerlo.
Me lo creí.
Nada más.

La simple voluntad de decidir
y actuar contra el viento.

El recurso es siempre el mismo:
tiempo,
que es lo que se escapará
si me desfiguras
y mueves tus dedos en mis sesos;
tiempo dedicado a cometer errores,
cicatrizar,
romper,
reconstruir.
Experiencias que se perderán cuando muera
pero vacías en su definición.

Soy mis errores.
Soy demasiado.

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