He vuelto.

lunes, diciembre 20, 2010

niñas imbéciles

el dedo sobre la final piel
su recorrido sobre ella
el destino los labios
rojos
abiertos
los dientes tras ellos
la mirada brillante por la excitación
el cuerpo expectante al aliento
el silencio
la espera
los movimientos rítmicos
la voz sensual
sinuosa
olvidada por un gemido
y las miradas
siempre las miradas
pero su pelo jodiéndolo todo
¿por qué no es apartado?
quise mirarla a los ojos otra vez
y me acordé de la mirada de la anterior
y la anterior
y comparé
no pude evitarlo
y descubrí que casi siempre
acabo ayudando a masturbar
a niñas imbéciles

4 comentarios:

Carmen Sereno dijo...

Brillante V. Me quedo sin palabras.

vicente dijo...

Gracias Carmen :)

Cristina dijo...

Yo también acabo siempre masturbada por algún imbécil, o tal vez la imbécil soy yo, ya no lo sé, tal vez sea el mismo acto de masturbar lo que es imbécil. ¿Que más da? Volverá a pasar, así que...

http://porelmiedoaequivocarnos-cristina.blogspot.com/2010/12/profundamente.html

vicente dijo...

Me alegra saber que no soy el único que piensa que la mayoría de veces el sexo acaba siendo un mero acto egoísta para satisfacer las necesidades básicas del individuo, y no las de la pareja. Una lástima, Cristina.